Rincón del retrovicio

Diablo II (2000) - PC

Uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos, aun a día de hoy.

Diablo II es un RPG de acción en el que encontraremos una extensa experiencia aniquilando muertos vivientes, demonios y bestias inmundas. Nuestro objetivo es derrotar a todos los demonios para restaurar la paz en el mundo. Encontraremos todo tipo de desafios con cualquiera de las clases que decidamos escoger, como son el Paladín, el Bárbaro, la Hechicera, etc. En la expansión LoD nos encontramos con dos nuevas posibilidades, como son la Asesina y el Druida. Además, podremos disfrutar del quinto acto en la ciudad bárbara de Harrogath

Uno de los grandes alicientes de este gran juego es el tremendo abanico de personalización de cada uno de nuestros personajes, pudiendo orientarlos de mil maneras. Además, el arsenal de armas y armaduras es tremendamente amplio y hay una gran cantidad de secretos por descubrir

Particularmente, siempre he disfrutado de manera muy especial la experiencia de este videojuego con el bárbaro, ya que no dispones de magia como tal, y tus únicas herramientas son tus armas y tu pericia con ellas. Un juego que recomiendo probar a cualquiera sea el año que sea.

Pokemon Amarillo (1998) - Game Boy

Probablemente para algunos no necesite presentación, pero si echamos la vista atrás, observamos que este juego tiene ya más de veinte años.

Pokemon Amarillo es el tercer juego de la primera generación Pokémon, un RPG por turnos en el que debemos capturar tantos Pokémon como sea posible, además de vencer en combates y poder derrotar al Alto Mando de la Liga Pokémon. Ésta es la edición especial de Rojo/Azul, la primera en incorporar una paleta de color dinámica (según el lugar en el que te encontraras en Game Boy Color, la paleta de colores variaba) en la que en lugar de elegir a uno de los tres iniciales principales, Pikachu nos acompañará a lo largo de nuestra aventura, mientras que nuestro rival escogerá a Eevee.

Nuestra aventura comienza en Pueblo Paleta, donde el Profesor Oak, nos hará entrega de Pikachu y un Pokédex en la que recopilar la información de los Pokémon que vamos capturando a lo largo de nuestro camino. Debemos conseguir las ocho medallas de gimnasio de la región de Kanto para poder acceder a la Liga Pokémon, sin descuidar nunca nuestra estrategia y los movimientos que nuestros compañeros de viaje aprenden y utilizan en combate

En mi caso, este fue el primer cartucho de Pokémon que tuve, y uno de los juegos en los que más horas invertí en su momento. En mi caso, Pikachu se quedó un poco atrás en detrimento de Kabutops, el primero que subí a nivel 100 ya que me fascinaba su apariencia agresiva.

Contra (1987) - NES

Este juego de NES tiene un lugar especial en mi corazón por una razón muy sencilla. Era el primer juego de dos jugadores que probé en casa de un vecino.

Aun recuerdo perfectamente el entusiasmo de esa tarde, digamos que para mí era un dia importante. Ya jugaba a algunos juegos de NES pero esta era la primera vez que iba a hacerlo con otro jugador, por lo que la experiencia cooperativa por primera vez fue la razón de tan grato recuerdo.

Para los que sean más jóvenes, podemos decir que era un juego bastante similar a Metal Slug, en el que manejabas a tu personaje a través de mapas 2D, y en algunos casos y escenarios, pseudo-3D. A partir de aquí se trataba de eliminar a todos los enemigos del mapa e ir avanzando para derrotar a los jefes finales. Había múltiples armas de gran potencia que te facilitaban bastante el trabajo como eran la Machine Gun (M) o el Láser (L).

Tras una tarde de auténtico vicio, a casa a cenar y a alucinar esa misma noche con lo mucho que me gustaba jugar a videojuegos con amigos. Fue la primera piedra de algo fantástico como es la experiencia cooperativa en videojuegos.

Gran Turismo 1 (1997)

Probablemente el primer juego que probé en Play Station 1. En aquellos entonces, cualquiera con gusto por los coches quedaba impresionado de lo que este juego podía ofrecernos. Carreras tremendamente realistas, superdeportivos, un garage para ti solo en el que coleccionar auténticas joyas de la automoción... Una obra de absoluto culto.

En el modo arcade, sencillamente escogías modo, circuito y vehículo. El modo estrella fue el de dos jugadores donde luchabas en el asfalto con tus amigos en los circuitos originales de la saga, clásicos como Trial Mountain, Grand Valley Speedway, etc... Además, podías cargar tu propio garage con la Memory Card, asi que tu amigo podía venir a casa con su arsenal de vehículos para ponerlos a prueba contra los tuyos.

El modo GT era la piedra angular del juego. Comenzabas completando licencias de conducir para poder acceder a campeonatos varios en los que ganabas atractivos premios como créditos o vehículos. Viajabas por los distintos concesionarios del mapa para comprar coches y poder competir. Además de esto, la alta personalización hacía que un simple MX-5 pareciera un vehículo de competición. Las opciones eran tremendamente amplias, podías modificar el motor, agregar turbo, neumáticos, suspensión, filtro de aire, reducción de peso, y muchas más posibilidades.

Como detalle, siempre empezaba el juego con el Mazda RX-7 FC, un vehículo que hasta el día de hoy, sigue apasionándome.